"Oíd la palabra del Señor, hijos de Israel, porque el Señor tiene pleito con los habitantes de la tierra, pues no hay fidelidad, ni misericordia, ni conocimiento de Dios en la tierra. Solo perjurio, mentira, asesinato, robo y adulterio; actos de violencia tras violencia. Por eso la tierra se lamenta, y todo morador en ella desfallece, junto con las bestias del campo, las aves del cielo y aun los peces del mar perecen."
Oseas 4:1-3
Bendito eres, Oh Señor, Dios nuestro, Rey del universo, Creador de los Cielos, de las aguas, de la tierra, Creador de nuestras vidas, nuestro Proveedor, quien sostiene todas las cosas que por Ti fueron hechas con poder y autoridad, que nos hiciste partícipes de tu Gloria, “claramente visible desde la creación del mundo por medio de las cosas hechas”, como lo declara tu Palabra en Romanos 1:20.
Hemos pecado Dios, te rogamos que tengas misericordia de nosotros y nos perdones, porque a pesar de ello no te hemos glorificado como nuestro Dios, con gratitud y buena administración, sino actuando bajo nuestro propio entendimiento, con un corazón necio y orgulloso, enalteciendo más nuestro limitado conocimiento y nuestras motivaciones pecaminosas que tu majestuosa soberanía.
Señor, como consecuencia de ese mal proceder, hemos destruido tu maravillosa creación. La hiciste hermosa e inmaculada pero nosotros la manchamos con nuestro pecado y desobediencia. Como consecuencia de ello, hoy abundan los incendios, las tormentas, la deforestación, la contaminación, sequías, y muchos más desastres a veces interminables. Cada día es más cierto que la creación gime a una, esperando la redención que nos has prometido.
Padre Celestial, como consecuencia de ese mal proceder, hoy sufre la humanidad a lo largo y ancho de toda la tierra. Oh Señor, guárdanos por favor, protégenos, auxilianos. Guarda a todas las familias afectadas, cúbrelas con tu perfecta paz, inúndalas con tu amor.
Como aquella noche en la barca con tus discípulos, te rogamos que calmes la tormenta, porque perecemos. Perecemos por nuestra falta de fe, por nuestra falta de amor, por nuestra falta de oración, por nuestra falta de prudencia, por nuestra falta de perdón, por nuestra falta de conocimiento. Falta de conocimiento verdadero, conocimiento de tu Palabra, conocimiento de tu Santidad, conocimiento de tu Reino Celestial, conocimiento y compromiso Señor, porque muchas veces hemos sido aquel que escucha Tus palabras y no las guarda, construyendo nuestras casas sobre la arena, abriendo las puertas para que la lluvia derrumbe nuestras casas con gran estruendo.
Oh, Señor:
"Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos,
La luna y las estrellas que tú formaste,
Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria,
Y el hijo del hombre, para que lo visites?"
Salmos 8:3-4
¿Qué somos Señor, qué hemos hecho? Nos diste el señoreo sobre las obras de tus manos y lo hemos contaminado. Perdónanos Señor, porque nos hemos entronizado en el reino de nuestro corazón en lugar de esperar misericordia y gracia delante de Ti, oh Dios.
Por favor, Señor, como dice el salmista, muéstranos la senda de la vida; solo en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a Tu diestra para siempre.
Ayúdanos a permanecer en Ti, a reconocerte en todos nuestros caminos y hacer Tu voluntad y solo Tu voluntad de manera oportuna y diligente, con esfuerzo y valentía, con buena mayordomía, para que podamos señorear este mundo de la manera en que a Ti te agrada. Firmes y comprometidos contigo Señor Jesús, para obedecer tu Palabra y construir nuestras casas sobre la roca, donde el cimiento es sólido y la inundación no llega, guiados por el Espíritu Santo para servir al prójimo con paz, gozo y amor, mientras esperamos Tu gloriosa venida para la vida eterna.
"Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, y se traspasen los montes al corazón del mar; aunque bramen y se turben sus aguas, y tiemblen los montes a causa de su braveza."
Salmos 46:1-3
